jueves, 12 de marzo de 2009

Droga



Como llevo mucho tiempo sin actualizar vuelvo con materia pesada. Siento mucho esta larga ausencia, aunque esto no lo lee ni Cristo, y pedirle disculpas a Cristo sería algo así como rezar, cosa que no acostumbro hacer. Vuelvo con materia pesada, si señor. Plomo fundido inyectado en la puta femoral.
Dicen los adictos a la heroína (cobardes yonkis, pero valientes como templarios enloquecidos por el amor a Dios) que es el máximo estado de placer. Almohada marrón en la que todo se desvanece; el tiempo, el espacio, los sentimientos, las emociones, los dolores, las alegrías.

Y les llamo valientes como templarios porque pagan un precio muy alto por el éxtasis. Son como esas culturas que se autoflagelan, que se azotan hasta sangrar, que se cuelgan de ganchos hasta que los ojos se quedan en blanco, o que se clavan estructuras de pinchos en el cuerpo hasta tener a Dios cara a cara. Las estructuras que se clavan en el cuerpo los yonkis se llaman jeringuillas, instrumentos mortales repletos de ponzoñosa ambrosía.

Porque es un precio muy alto el que hay que pagarle al Dios Opio (un Dios de mierda, sin cultos ni bondades, primo hermano del dinero) a cambio de un placer inimaginable para los no adictos, por eso es mejor siempre tenerlo bien lejos, aunque informarse de su existencia, de todo lo que conlleva, no sólo del dolor y la ruina, tan evidentes, que acarrea la adicción. Un dolor y una ruina que por sí solos destruyen cualquier sentimiento positivo que pueda formarse en relación a los derivados del opio, pero el jarabe para la tos que no nos lo quiten.

Aunque yo no sé nada sobre ésto. Sólo escribo una entrada más en este blog sobre narcóticos y droguitas varias. Aunque esta entrada no va sobre una 'droguita' (en realidad ninguna lo és) va sobre la droga, la (mala)madre, el caballo. Burroughs se explica mucho mejor que yo, así que, para quien le interese, ahí va la introducción del Almuerzo desnudo. Un libro escrito desde dentro del pozo, inefable, es de esos libros que te cambian la cara mientras lo lees, pura poesía escrita encima de una enorme y maloliente mierda. Imagínense, astutos lectores, que clase de mierda es esa:
Deposición: Testimonio sobre una enfermedad

sábado, 17 de enero de 2009

El hambre agudiza el ingenio


En esta entrada pre exámenes quiero hablar de un fenómeno que acaba de llegar a la red de redes. Durante las vacaciones de Navidad, casualmente, me topé con una especie de serie de televisión cuya emisión tiene lugar en internet exclusivamente. En un principio no había pensado en reseñar la serie en este mi blog, pero hace poco tuve la idea de crear esta entrada.
La serie en cuestión recibe el nombre de Malviviendo, y es un soberbio retrato en clave de humor del submundo barriobajero sevillano. Sus creadores son un grupo de chavales que acaba de terminar los estudios superiores y que, ante la aborrecida crisis, decidieron emprender esta aventura audiovisual. Con muy poco presupuesto (aseguran que sólo contaron con 40 euros para el primer capítulo) han conseguido crear una serie divertida hasta la hilaridad, pero a la vez fiel a la realidad. Pero es una fidelidad y un realismo que se manifiesta mediante la exageración. Se trata de una hipérbole humorística de todo lo políticamente incorrecto, en la que las drogas ocupan un papel casi protagonista.


De momento sólo hay dos capítulos, la emisión es mensual y sólo llevan dos meses, pero esos dos capítulos dejan muy altas las expectativas y el deseo de que llegue de una vez el tercero.
Y no quiero extenderme más. Quiero que todos aquellos que lean esta mierda que estoy escribiendo dejen de leer y se pongan a ver la serie. Porque no necesita prólogo, ella solita se basta y se sobra para epatar. Que lo disfruten.

Malviviendo: Capítulo piloto
Malviviendo: 2º capítulo, La cosecha

sábado, 3 de enero de 2009

NARCOMÉXICO


Durante estas vacaciones, que aun están teniendo lugar, me ha sido imposible actualizar el blog. El azucar de los polvorones y un ataque contra mi psique por parte de un comando de peladillas me lo ha estado impidiendo. No obstante, en una tregua de paz y amor, los pasados días 26 de diciembre y 2 de enero, la cadena de televisión pública CUATRO emitió un reportaje dividido en dos partes sobre la violencia narco en México, un motivo inexcusable para llenar de nuevo el blog con patas de mosca.
De la mano de Jon Sistiaga, el único español con los testículos de acero inoxidable, las cámaras del grupo PRISA se adentran en lo más profundo de la subcultura narco ofreciéndonos un reportaje sin desperdicio en dos volúmenes: "Corrido para un degollado" y "Alfombra roja para los muertos". Los chicos, según dicen en el documental, ya no aspiran a ser futbolistas o actores, sino a ser narcotraficantes; que son los que tienen el dinero, las mujeres y el poder.
Teniendo en cuenta que este blog va a tratar sobre drogas, pero en un contexto completamente ibérico y meramente local (provincial todo lo más), esta entrada sobre el documental del narcotráfico en México se caga un poco en el leitmotiv de la bitácora. Pero es que en este documental, sobre todo en la segunda parte, se expone claramente cómo la droga y todo lo que la engloba puede llegar a condicionar la vida de una comunidad entera, cómo parasita las vidas y lo mancha todo de sangre, hasta el punto de que el culto católico ha degenerado en la adoración de la Santa Muerte, su única realidad, la muerte querida, la única santa que, según dicen sus devotos, no juzga a nadie.

Porque, que yo sepa, no existe lugar en el mundo en el que la droga haya causado tantos estragos. Que yo conozca, no existe sitio en el que una cultura derivada o pareja a la droga haya calado tanto entre los miembros de la comunidad en la que se encuentra. Frases como: en México la ley no es un mandato sino una recomendación. Asesinatos múltiples de múltiples maneras y múltiples formas de tortura: decapitados, quemados vivos, desmembrados... y todo para que el enemigo tiemble de miedo o de ira, les da igual, porque, como dicen en el reportaje: la ira y el miedo descontrolan al enemigo, y no hay nada más indefenso que un enemigo descontrolado.
En este documental, o mejor dicho, en México, se puede observar la destrucción y la barbarie generada por la execrable corrupción que es capaz de generar la droga o según Carlos Fuentes, en el caso del narcotráfico mexicano, la drogadicción de EEUU. Porque datos como que 9 de cada 10 policías sean corruptos, llegando incluso a ser brazos ejecutores de los cárteles; que cada noche mueran una decena de personas, que la palabra narco sea el prefijo de moda en Sinaloa, o en Chihuahua o en el barrio de Tepito. Todo eso y más es la prueba de lo que tiene que soportar México y los mexicanos del consumo lúdico de cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina de EEUU y los estadounidenses.
Una joya periodística, como todas las de Sistiaga, aquí dejo los enlaces de las dos partes del reportaje, espero que lo disfruteis y no se os ponga mal cuerpo, aunque si se os pone lo entenderé.
Narcoméxico. Parte 1.1
Narcoméxico. Parte 1.2
Narcoméxico. Parte 1.3
Narcoméxico. Parte 1.4
Narcoméxico. Parte 1.5
Narcoméxico. Parte 1.6

Narcoméxico. Parte 2.1
Narcoméxico. Parte 2.2
Narcoméxico. Parte 2.3
Narcoméxico. Parte 2.4
Narcoméxico. Parte 2.5