sábado, 3 de enero de 2009

NARCOMÉXICO


Durante estas vacaciones, que aun están teniendo lugar, me ha sido imposible actualizar el blog. El azucar de los polvorones y un ataque contra mi psique por parte de un comando de peladillas me lo ha estado impidiendo. No obstante, en una tregua de paz y amor, los pasados días 26 de diciembre y 2 de enero, la cadena de televisión pública CUATRO emitió un reportaje dividido en dos partes sobre la violencia narco en México, un motivo inexcusable para llenar de nuevo el blog con patas de mosca.
De la mano de Jon Sistiaga, el único español con los testículos de acero inoxidable, las cámaras del grupo PRISA se adentran en lo más profundo de la subcultura narco ofreciéndonos un reportaje sin desperdicio en dos volúmenes: "Corrido para un degollado" y "Alfombra roja para los muertos". Los chicos, según dicen en el documental, ya no aspiran a ser futbolistas o actores, sino a ser narcotraficantes; que son los que tienen el dinero, las mujeres y el poder.
Teniendo en cuenta que este blog va a tratar sobre drogas, pero en un contexto completamente ibérico y meramente local (provincial todo lo más), esta entrada sobre el documental del narcotráfico en México se caga un poco en el leitmotiv de la bitácora. Pero es que en este documental, sobre todo en la segunda parte, se expone claramente cómo la droga y todo lo que la engloba puede llegar a condicionar la vida de una comunidad entera, cómo parasita las vidas y lo mancha todo de sangre, hasta el punto de que el culto católico ha degenerado en la adoración de la Santa Muerte, su única realidad, la muerte querida, la única santa que, según dicen sus devotos, no juzga a nadie.

Porque, que yo sepa, no existe lugar en el mundo en el que la droga haya causado tantos estragos. Que yo conozca, no existe sitio en el que una cultura derivada o pareja a la droga haya calado tanto entre los miembros de la comunidad en la que se encuentra. Frases como: en México la ley no es un mandato sino una recomendación. Asesinatos múltiples de múltiples maneras y múltiples formas de tortura: decapitados, quemados vivos, desmembrados... y todo para que el enemigo tiemble de miedo o de ira, les da igual, porque, como dicen en el reportaje: la ira y el miedo descontrolan al enemigo, y no hay nada más indefenso que un enemigo descontrolado.
En este documental, o mejor dicho, en México, se puede observar la destrucción y la barbarie generada por la execrable corrupción que es capaz de generar la droga o según Carlos Fuentes, en el caso del narcotráfico mexicano, la drogadicción de EEUU. Porque datos como que 9 de cada 10 policías sean corruptos, llegando incluso a ser brazos ejecutores de los cárteles; que cada noche mueran una decena de personas, que la palabra narco sea el prefijo de moda en Sinaloa, o en Chihuahua o en el barrio de Tepito. Todo eso y más es la prueba de lo que tiene que soportar México y los mexicanos del consumo lúdico de cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina de EEUU y los estadounidenses.
Una joya periodística, como todas las de Sistiaga, aquí dejo los enlaces de las dos partes del reportaje, espero que lo disfruteis y no se os ponga mal cuerpo, aunque si se os pone lo entenderé.
Narcoméxico. Parte 1.1
Narcoméxico. Parte 1.2
Narcoméxico. Parte 1.3
Narcoméxico. Parte 1.4
Narcoméxico. Parte 1.5
Narcoméxico. Parte 1.6

Narcoméxico. Parte 2.1
Narcoméxico. Parte 2.2
Narcoméxico. Parte 2.3
Narcoméxico. Parte 2.4
Narcoméxico. Parte 2.5

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